VIAJANDO CON LA DIABETES

Aunque usted tenga diabetes puede ir a los mismos lugares que las personas sin diabetes.Tanto si viaja por necesidad como por placer, planear el viaje por adelantado es clave si usted tiene diabetes.

• Asegúrese de que su diabetes está bajo control.
• En caso de ser necesario ponerse algún tipo de vacuna, puede hacerlo algunas semanas antes de su viaje para evitar reacciones que puedan interferir con su glucemia estando lejos de casa.
• Lleve un informe médico donde se diga que usted tiene diabetes, el tratamiento que debe utilizar y el equipo necesario para controlar su enfermedad (dispositivos medidores de glucemia, lancetas,
tiras, jeringuillas, etc.).
• Trate de aprender en inglés o en el idioma del país de destino algunas frases como: “Soy diabético, por favor llame a un médico” “Necesito azúcar o zumo de frutas, por favor”.También puede llevarlas escritas.
• Puede ser útil llevar una pulsera o collar con la indicación en inglés o en el idioma del país de destino que indique que usted tiene diabetes.
• Asegúrese de llevar al menos el doble de la cantidad necesaria de insulina o hipoglucemiantes orales y el material para realizar autoanálisis. Puede ser difícil conseguirlo en algunas situaciones o lugares.
• Lleve siempre algún alimento con usted (bocadillo, frutas, galletas, líquidos) cualquier retraso o imprevisto puede pillarle lejos de un lugar donde sirvan comida.
• Lleve consigo en el equipaje de mano todo aquello que pueda necesitar (alimentos, insulina, otros medicamentos, azúcar) y procure no separarse de él. Nunca lo facture.
• Es recomendable el uso de neveras para guardar la insulina si la temperatura durante el viaje es superior a los 30 ºC.
• Si puede, viaje acompañado de alguien que sepa inyectar insulina, realizar test de glucemia, y qué hacer ante un caso de emergencia.


 • Procure caminar unos minutos cada 2 o 3 horas de viaje o ejercite sus piernas subiéndolas o bajándolas repetidamente si no puede caminar.
• Si viaja conduciendo su coche ante cualquier síntoma de hipoglucemia (cansancio, tensión nerviosa, sudación, etc.) pare.
• En caso de viajes largos en avión, consulte con su médico la mejor manera de ajustar sus comidas y los horarios para inyectarse insulina. Puede usted  mantener su reloj con la hora del lugar de salida y tomar sus comidas y la medicación de acuerdo con esa hora, y ajustar el tratamiento a su llegada según la hora del lugar de destino.
• Intente adaptar en lo posible su dieta a la gastronomía del lugar de destino.
• Por si fuera necesario su uso, es conveniente conocer por adelantado el sistema y la cobertura
sanitaria del lugar de destino.

MANEJO DE LA DIABETES EN EL VERANO

La subida de las temperaturas influye en la absorción de insulina por parte del cuerpo humano, y por eso  recomienda ser conscientes de cómo puede afectar el calor y qué hacer en caso de tener que enfrentar algún inconveniente. 

Recomendaciones básicas

Para que las personas con diabetes no tengan que modificar su patrón de conducta ni sufrir ningún inconveniente en verano es necesario seguir las pautas básicas que recomienda la FEDE:

- Evitar la deshidratación. “Cuando los pacientes con diabetes tipo 2 tienen los niveles de azúcar en sangre por encima de lo normal, suelen orinar más de lo normal. Esta pérdida de líquido sumada a la que produce el sudor debe vigilarse ya que puede provocar deshidratación”.

- Beber agua si se sienten mareos, sudor excesivo o dolores de cabeza.

- Controlar la alimentación, sobre todo aquellos productos ricos en carbohidratos, puesto que tienen efecto sobre la glucemia. “Se pueden tomar pero deben compensarse a lo largo de una comida”.

- Controlar la glucemia antes y después de hacer ejercicio. Al hacer cualquier actividad física hay que evitar una posible deshidratación.


- Ser cuidadoso al conservar medicamentos, pues el calor les afecta. Se debe proteger de la luz del sol y del calor excesivo, más cuando se viaja en coche.

- Trasportar la insulina en una nevera para que conserve la temperatura adecuada.

- A pesar de alterar el horario de sueño y de comidas, por ejemplo, se debe ser puntual con el control de la patología y la administración de insulina. Si suceden retardos de forma reiterada, “puede provocar complicaciones por no seguir adecuadamente las pautas fijadas en relación al tratamiento”.